Ambientada en el Distrito del Observatorio parisino, el XIVe arrondissement, en los años posteriores a la segunda guerra mundial, la novela Ratas de Montsouris, protagonizada por el detective Nestor Burma, forma parte de la serie Les Nouveaux Mystères de Paris que Malet dedicó a los distintos distritos de la ciudad.
En este nuevo caso, el detective se encuentra con un ex presidiario, al que había conocido durante la guerra, que le ofrece la oportunidad de ganar mucho dinero y de manera legal, pero su misterioso asesinato trunca el plan. Burma inicia entonces una investigación para esclarecer su muerte y entra en contacto con coleccionistas de arte, magistrados, locos poetas surrealistas y un París fascinante y poco conocido; sus pesquisas lo pondrán tras la pista de una banda de atracadores, "Los Ratas de Montsouris", y de un suculento botín escondido desde el final de la guerra.
Publicada por primera vez en 1955 y nunca antes traducida al castellano, Ratas de Montsouris es una de las mejores novelas de Malet, uno de los padres de la moderna novela negra francesa.
Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por César Malagón
Ratas de Montsouris, de Léo Malet
Léo Malet, el autor que hoy os presento, es considerado como uno de los padres de la novela negra francesa. En su juventud se instaló en Paris, procedente de su Montpellier natal. Durante sus primeros años en “la ciudad de la luz” fueron muchos, y curiosos, los trabajos que tuvo que realizar, entre ellos cantante de uno de los cabarets del barrio de Montmartre. En esos años, contactó con los círculos anarquistas y surrealistas, y empezó a cultivar la pasión por la literatura.
En 1954 empezó su mayor proyecto literario, Les Nouveaux Mystères de Paris, una serie de novelas ambientados en los distritos (arrondissements) de la capital francesa. El proyecto quedó inconcluso (le faltaron 5 de los 20 distritos), y esta novela que hoy nos ocupa, Ratas de Montsouris, se desarrolla en el XIVe arrondissement, más conocido como Distrito del Observatorio.
Néstor Burma, protagonista principal de las novelas de Léo Malet, es un detective privado (ex combatiente y prisionero en la II Guerra Mundial) cuanto menos peculiar. Hecho a imagen y semejanza de su creador, bebe en su adolescencia de fuentes anarquistas, que modelan su personalidad y carácter. Como detective, tiende a ser irónico, machista y muy directo. Como compañera inseparable, su pipa de fumar.
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En Ratas de Montsouris, un antiguo compañero de reclusión le ofrece un negocio legal con el cual se puede ganar mucho dinero. Ferrand, que así se llama el susodicho, muere en condiciones cuanto menos sospechosas, y Néstor Burma se pone tras la pista de una banda de ladrones, los Ratas (de Montsouris), posibles autores de los hechos.
Si algo destaco de Néstor Burma, comparado con otros detectives de novela negra, es su poca intuición. Sus investigaciones son largas y costosas, con mucho trabajo de campo. Una entrevista por aquí, unas pesquisas por allá; Burma va encajando piezas en su rompecabezas, entrevistando a la gente en busca de pruebas, dando palos de ciego y soltando algún que otro farol. Al final no te queda otra de tomar cariño a este entrañable detective algo patoso. Pero finalmente, con mucho tesón, consigue lo que se propone, aunque quizá no del modo más deseado.
Puedo decir que la experiencia con Léo Malet ha sido muy agradable. Me gusta su forma de meterse en harina desde el primer momento (¿Quién quiere prolegómenos y presentaciones?). Su prosa es sencilla, con un estilo muy actual y unas conversaciones ágiles, irónicas y cargadas humor. La plétora de personajes que aparecen en Ratas de Montsouris retratan a la perfección lo que era la vida en la ciudad parisina en tiempos de posguerra (libertinaje, surrealismo, arte naif, vida bohemia...).
A mi lista (infinita) de futuribles añado desde ya las otras novelas de Léo & Néstor publicadas por Libros del Asteroide. En lista están; ahora sólo falta hace falta un pequeño detalle, encontrar algo más de tiempo libre para leerlas.
LO MEJOR: El estilo de Léo Malet, muy actual. Nadie diría que este libro se escribió hace 56 años.
LO PEOR: Quizá el final sea algo caótico, pues son muchos los cabos sueltos que hay que atar y se hace precipitadamente.