Sinopsis:
Cuatro cuentos escalofriantes de algunos de los mayores exponentes del terror: Leopoldo Lugones, H.P. Lovecraft, Bram Stoker y Horacio Quiroga.
Acerca de los autores:
(Providence, 1890 - 1937) Escritor estadounidense. Maestro de la literatura fantástica, su obra combina géneros como la literatura de terror y la ciencia ficción para conformar una narrativa única que recrea una mitología terrorífica de seres de un inframundo en otra dimensión. Considerado uno de los más brillantes y originales autores de narrativa fantástica del siglo XX, la fama de H. P. Lovecraft creció sobre todo después de su muerte. Las ratas en las paredes (1924), Los mitos de Cthulhu (1926) y El horror de Dunwich (1927) El caso de Charles Dexter Ward (1927), El horror de Dunwich (1929)
(Villa María del Río Seco, Argentina, 1874 - Buenos Aires, 1938) Poeta argentino. Hombre de vasta cultura, fue el máximo exponente del modernismo argentino y una de las figuras más influyentes de la literatura iberoamericana. En su faceta de narrador, Lugones sobresalió principalmente por sus relatos, recogidos en Las fuerzas extrañas (1906), La torre de Casandra (1919), Cuentos fatales (1924) y La patria fuerte (1933). En muchas de estas narraciones breves, Lugones ensayó diferentes acercamientos fantásticos que pueden considerarse precursores de los mejores relatos de algunos de los más gran
(Salto, 1878 - Buenos Aires, 1937) Narrador uruguayo, considerado uno de los mayores cuentistas latinoamericanos de todos los tiempos, cuya obra se sitúa entre la declinación del modernismo y la emergencia de las vanguardias. Está considerado uno de los maestros del relato corto en español. Influido por Edgar Allan Poe, Rudyard Kipling y Guy de Maupassant, Horacio Quiroga destiló una notoria precisión de estilo, que le permitió narrar magistralmente la violencia y el horror que se esconden detrás de la aparente apacibilidad de la naturaleza.
(Abraham Stoker, Dublín, 1847 - Londres, 1912) Novelista irlandés. Bram Stoker escribió numerosas novelas y relatos cortos, entre los que destacan El paso de la serpiente (1890), El misterio del mar (1902), La joya de las siete estrellas (1904) y La dama de la mortaja (1909).Pero su obra más célebre es Drácula (1897), novela en la que construye, a través de diarios y cartas, el retrato de uno de los personajes más famosos del ideario decadentista de la época, el conde vampiro de Transilvania.
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