Sinopsis
Un libro sobre algunos "abismos del mal" entre los que ha transcurrido y aún transcurre nuestra existencia, tejido con las confesiones que algunos destacados administradores del mal, de arrogantes centuriones con máxima capacidad de decisión a subalternos amedrentados y policías disciplinados, vertieron en entrevistas con un periodista al que sabían "enemigo". En sus capítulos se refleja el horror de los delitos de lesa humanidad cometidos en escenarios políticos tan distintos como las tiranías del Cono Sur de América, la barbarie yanqui en Vietnam, las luchas políticas de América Central o los crímenes de llamada "guerra contra el terrorismo". Una llamada de atención para contar una realidad sobre la que estamos obligados a no pasar página: traicionar la memoria de las víctimas es traicionarnos a nosotros mismos.
De la contraportada
Cafés con el diablo describe algunos abismos del mal entre los que ha transcurrido y aún transcurre nuestra existencia, a los que sólo nos asomamos de forma ocasional y somera en reportajes de televisión y artículos de prensa, cuya brevedad –y, últimamente– escasez no nos permite mantenernos conscientes de su gravedad ni, por tanto, combatirlos. En sus páginas se refleja el horror de los delitos de lesa humanidad de los que Vicente Romero ha sido testigo a lo largo de los años en escenarios tan distintos como las tiranías del Cono Sur americano, la barbarie yanqui en Vietnam, la locura de los Jemeres Rojos en Camboya o las atrocidades de la actual «guerra contra el terrorismo».Se trata de un libro insólito, fascinante –como afirma Jean Ziegler–, en el que el autor teje sus propias experiencias con entrevistas personales a algunos de los peores administradores del mal de la historia más reciente: criminales de lesa humanidad, genocidas, torturadores y asesinos en masa, diablos que se expresan con escalofriante frialdad ante un periodista que saben enemigo. Y junto a estos arrogantes centuriones, despiadados dirigentes políticos y altos funcionarios, convencidos todos de cumplir una misión histórica…, figuran sicarios obedientes, subalternos amedrentados ysoldados opolicías disciplinados.Cafés con el diablo ofrece una información movilizadora sobre una realidad que estamos obligados a conocer. Porque traicionar la memoria de las víctimas del horror es traicionarnos a nosotros mismos.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.