2G Books: Jos� Antonio Coderch.: Houses: Casas / Houses (2G Libros) - Tapa dura

Bohigas, Oriol; Coderch, Jos� Antonio; Diez, Rafael; Frampton, Kenneth; Torres, El�as

9788425221125: 2G Books: Jos� Antonio Coderch.: Houses: Casas / Houses (2G Libros)

Tapa dura

ISBN 10: 8425221129 ISBN 13: 9788425221125

Editorial: Editorial Gustavo Gili, S.L., 2006

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Jos� Antonio Coderch de Sentmenat was born in 1913 and died en Barcelona in 1984. These years delimit his life and work. But the great internal coherence of his thinking, distilled within his architecture, goes beyond these temporal limits, his own idiosyncrasy and the reduced geographical framework where it developed, to provide a reflection on architecture from an ethical standpoint. Although, recognised as the most important catalan architect after World War II, this implicit depth is perhaps one of the reasons his work has not been widely disseminated.

This new edition in hardcover book format of 2G issue devoted to Jos� Antonio Coderch presents a collection of houses constructed by the Catalan architect. It includes 11 houses, starting with the Ugalde House, the great work that marks the initiation of his mature phase. In it, not only does Coderch definitely embrace the language of modern architecture, nuanced by his respect for context, but also hones his own spatial conception of the house in nature. It is the experimental prototype for the following houses. In ordering these intuitions, the free lines of the first are not repeated.

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Fragmento. � Reproducci�n autorizada. Todos los derechos reservados.

Extracto de la introducci�n:

'Homenaje a Coderch

por Kenneth Frampton

Uno de los problemas m�s importantes para un arquitecto es hacer compatible el progreso con la humanidad que irradian las viejas construcciones. Siempre me han preocupado los problemas que plantea el ejercicio de nuestra profesi�n en el mundo en que vivimos, y debo decir que muy a menudo la contemplaci�n de las obras de los arquitectos finlandeses me han servido de consuelo y de esperanza. La arquitectura finlandesa me produce siempre una gran admiraci�n, tanto por las realizaciones particulares de sus arquitectos m�s destacados y conocidos como por la obra conjunta de todos ellos. Y quiz� sea esto �ltimo, tan meritorio y tan dif�cil de conseguir, lo m�s importante, porque revela la existencia en ese pa�s de un gran n�mero de arquitectos que respetan los valores esenciales del hombre y del mundo que nos rodea. Saber tener en cuenta estos valores es ya, por de pronto, adoptar la �nica postura correcta (�tica m�s que est�tica) en el ejercicio de nuestra profesi�n.

Jos� Antonio Coderch

Como sucedi� con otros arquitectos espa�oles que alcanzaron su madurez profesional a mediados de la d�cada de 1940, las primeras obras dom�sticas de Coderch parecen desarrollarse a partir de la arquitectura popular catalana e, incluso a veces, literalmente de la misma tierra. Este hecho se pone particularmente de manifiesto en las propuestas de Coderch para la urbanizaci�n Les Forques en Sitges, cerca de Barcelona, una obra donde, al igual que en la casa Ferrer Vidal (Cala d Or, Mallorca, 1946), se hace dif�cil distinguir los terraplenes del volumen principal de la casa. La planta accidentada de la casa Ferrer Vidal una casa con una �nica planta, m�s o menos en forma de T, y cubierta plana fue levantada en su totalidad sobre un z�calo bajo, con todas sus estancias abiertas a terrazas de diferente profundidad situadas en cada uno de los lados de la casa. Algo similar se consigui� tambi�n en la casa P�rez Ma�anet, construida ese mismo a�o. Es una casa de dos plantas con cubierta a un agua, construida en la urbanizaci�n Terramar de Sitges, que utiliza la misma sintaxis b�sica de muros de carga de alba�iler�a con un encalado tosco y huecos angostos.

Aunque este enfoque org�nico y tel�rico se racionaliza en la casa Garriga Nogu�s que construir�a en Sitges un a�o m�s tarde, una casa casi sim�trica y con estructura de hormig�n, el tipo dom�stico inicial de Coderch alcanza su primera formulaci�n verdaderamente convincente en su famosa casa Ugalde (Caldes d Estrac, Barcelona, 1951). Esta obra evocadora y din�micamente pl�stica una casa de veraneo mediterr�nea can�nica que no ha sido superada por ninguna construida desde entonces todav�a es excepcional por c�mo se abre a cada paso hacia vistas diferentes de la costa. La planta de la casa es tan org�nica como el promontorio ondulado salpicado de pinos sobre el que se levanta. Gran parte de su espacialidad proviene del z�calo de piedra rugosa encalada sobre el que se asienta; unos terraplenes escalonados que se contrarrestan y controlan mediante el afilado canto de una cubierta de hormig�n ligeramente inclinada, cuya gran luz se salva con la ayuda de un �nico pilar redondo exento. Este �nico elemento, junto con una membrana de vidrio de una hoja a toda altura entre el z�calo y la cubierta, sirven para animar y enmarcar una serie de vistas caleidosc�picas que se abren sobre el horizonte del mar. Constituye un detalle metaf�sico revelador el hecho de que Coderch, siempre un diestro fot�grafo, amueblara la terraza panor�mica de la casa con un �nico sill�n BKF.

Con una planta tan irregularmente desparramada como la de la casa Ugalde, pero con muros rectos en lugar de curvos, el car�cter volum�trico fragmentado de la casa Coderch (1955), de una planta y altillo y tambi�n ubicada en Caldes d Estrac, consigue su unidad gracias a los muros abiertos hacia afuera y, sobre todo, a una gran cubierta de teja, con poca pendiente, que recoge toda la casa. En este punto ya se siente la tensi�n que animar� su obra a lo largo de toda su carrera: por un lado, un compromiso con el espacio-forma liberador de la vanguardia, por otro, un profundo respeto por el papel de la tradici�n en la cultura arquitect�nica.

M�s all� de los confines de Catalu�a, Italia parece haber sido la influencia fundamental en el desarrollo de la sintaxis dom�stica de Coderch, en particular la obra de posguerra de Ignazio Gardella, tal como viene formulada en los apartamentos Borsalino (Alessandria, Italia, 1951). Coderch demuestra una afinidad con esta obra en el edificio de viviendas de ocho plantas para el Instituto Social de la Marina en La Barceloneta, pr�cticamente de la misma fecha, sobre todo por el sorprendente uso de unas ventanas estrechas muy similares, que van de forjado a forjado y que disponen de persianas de lamas de madera orientables, adem�s de una delgada losa similar que sobresale en los aleros.

Las persianas correderas de lamas a toda altura de la casa Catas�s (Sitges, Barcelona, 1956) son clar�simamente una elegante variaci�n de este repertorio detallado de una casa que, por otro lado, recibe la influencia del paradigma usoniano del Frank Lloyd Wright de finales de la d�cada de 1930, y tambi�n de la casa Kaufmann (Palm Springs, California, 1946) de Richard Neutra, por no mencionar los muros planos exentos que, al extenderse m�s all� del volumen de la casa, parecen hacer una sutil referencia al neoplasticismo holand�s. La serena horizontalidad de esta casa de una planta, que otorgar�a a Coderch un reconocimiento internacional instant�neo a sus 44 a�os de edad, se enfatiza en su cara suroeste por una delgada cubierta plana en voladizo que, al mediod�a, arroja sombra sobre la terraza de la piscina. La casa Catas�s fue un tour de force espacial y tipol�gico que ser�a dif�cilmente repetible en la casa Ballv� (Camprodon, Girona, 1957), ya contaminada de tradici�n. En este �ltimo caso, la obligada piscina, que se extiende junto al ala de habitaciones, tiene un car�cter ornamental en lugar del lujo hedonista de las casas anteriores, y una atm�sfera bastante conservadora domina el conjunto de esta casa de una sola planta, con cubiertas inclinadas, aleros pronunciados y su amplio sal�n excesivamente sombr�o.

Coderch desarrollar�a, e incluso trascender�a, la brillantez de la casa Catas�s en cuatro casas posteriores bastante m�s grandes, lujosas, de una sola planta y con cubierta plana que terminar�a en la primera mitad de la d�cada de 1960: la casa Uriach (L Ametlla del Vall�s, Barcelona, 1961), la casa Roz�s (Roses, Girona, 1962), la casa Luque (Sant Cugat del Vall�s, Barcelona, 1965) y la casa Gili (Sitges, Barcelona, 1965). Todas estas casas utilizan huecos a toda altura con lamas, como en la casa Catas�s, contrarrestados tambi�n con masas ciegas de una planta que, por lo dem�s, se ven contaminadas por una progresi�n geom�trica escalonada en el tr�nsito entre los espacios de d�a y los de noche (estos �ltimos a veces cobran forma de alas independientes como en las casas Uriach y Roz�s). En dos casas de mediados de la d�cada de 1960, estos espacios de transici�n miran hacia la piscina y casi parecen un ap�ndice de la concatenaci�n escalonada del espacio en torno al patio central. Es evidente que en cada uno de estos ejemplos la estrategia compositiva que se adopt� estuvo determinada, en buena parte, por la orientaci�n y el contexto topogr�fico, hasta el punto que s�lo una de estas casas recibir�a todav�a la influencia del paradigma usoniano. (...)

Aparte de su brillantez como proyectista de casas aisladas para la clase media, Coderch tambi�n fue experto en proyectos de grupos de viviendas de cierta densidad. Como dichas formas humanas de habitaci�n tan densas son necesariamente inseparables del tejido urbano, Coderch consider� que las viviendas de alta densidad de media o baja altura eran el reto espiritual y �tico b�sico que deber�a afrontar el arquitecto en la segunda mitad del siglo XX. Al igual que otros miembros del Team 10, con quienes estuvo asociado por un breve per�odo de tiempo, se dio cuenta de que el proyecto moderno, tal como hab�a sido formulado por la vanguardia arquitect�nica del per�odo de entreguerras, dadas sus aspiraciones radicales era incapaz de responder en t�rminos reales al emergente apocalipsis de la megal�polis. Coderch fue uno de los primeros de su generaci�n en ver que la ruptura con los esquemas tradicionales de implantaci�n territorial, ya fueran urbanos o rurales, eran verdaderamente desastrosos, en particular cuando se combinaban con los constantemente crecientes procesos de urbanizaci�n.

A diferencia de la mayor�a de sus colegas del Team 10, quienes todav�a adoptaban fundamentalmente una postura casi de vanguardia respecto a la sociedad tardomoderna y protoconsumista, Coderch luchaba por idear modestos pero ingeniosos paradigmas con el objetivo de dar respuesta tanto a las necesidades f�sicas como a las pretensiones psicol�gicas de sus clientes, que en su mayor�a eran de clase media. A partir de mediados de la d�cada de 1960, Coderch y su socio Manuel Valls i Verg�s fueron capaces de llevar a cabo una serie de edificios de viviendas de media altura en Barcelona y sus alrededores. Durante una d�cada fueron capaces de proyectar dos obras que, incluso hoy, pueden ser consideradas como formas-tipo ejemplares: las viviendas de alta densidad y baja altura que proyectaron para un solar altamente arbolado en la Costa Brava, su urbanizaci�n Torre Valentina (Sant Antoni de Calonge, Girona, 1959); y el barrio de media altura conocido como Las Cocheras (1968), construido en el distrito barcelon�s de Sarri�. (...)

Tres aspectos merecen nuestra atenci�n a medida que nos movemos desde la configuraci�n del bloque hasta la articulaci�n espacial de las viviendas. Primero, el modo ergon�mico por el que se despliega el espacio in...

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