Biografía del autor:
Baltimore, Estados Unidos, 1921. Doctor en Filosofía y Letras (1950) por la Universidad de Princeton. Su carrera académica se desarrolla en las universidades de Princeton, Cornell y Harvard, habiendo alcanzado en esta última el cargo de University Professor, lauro reservado a escasísimas personalidades que alcanzan relieve mundial. El pensamiento de John Rawls se ubica en una línea kantiana, en constante polémica con el utilitarismo. Se trata de una propuesta neoliberal y neocontractualista, muy paciente y sistemáticamente elaborada, no sólo en el que hasta ahora es, en sentido estricto, su libro más conocido, Teoría de la Justicia (F.C.E), si no también en los trabajos breves que lo precedieron así como en los que lo precedieron así como en los que lo vienen sucediendo. Al margen de que esté o no de acuerdo con ella, hay un generalizado consenso acerca de que constituye la más importante concepción de la justicia que se haya elaborado en el siglo XX. Su trascendencia es tan grande y decisiva en el campo de la ética como en el de la filosofía del derecho y en el de la filosofía política. El aporte más contundente está representado por su esclarecimiento y su propuesta de solución al crucial problema de la legitimación del orden político, propuesta que ubica a Rawls entre los más destacados defensores contemporáneos de la racionalidad normativa.
Reseña del editor:
En este libro, que ha tenido repercusión mundial y ha sido traducido a múltiples lenguas, John Rawls (Baltimore, 1921) afirma que cada persona tiene una inviolabilidad fundada en la justicia que no está limitada ni siquiera por medidas que pudieran beneficiar a toda la sociedad. Por lo tanto, en una sociedad justa, los derechos concedidos por la justicia no estarán sometidos a la negociación política ni al cálculo del interés social. Los principios que Rawls plantea en Teoría de la justicia son los que cualquier persona libre y racional aceptaría estando en una posición inicial de igualdad. En esta hipotética situación, que corresponde al estado natural en la teoría del contrato social, nadie conoce su lugar en la sociedad, su posición de clase ni su fortuna en la distribución de capacidades naturales, y ni siquiera una concepción previa del bien. Así, deliberando tras un velo de ignorancia, los hombres determinan sus derechos y deberes. En la primera sección del libro se precisan la teoría de la justicia, algunas objeciones y otras posiciones, especialmente el utilitarismo. Luego, el autor aplica su teoría a la base filosófica de las libertades constitucionales, el problema de la justicia distributivo y la definición del ámbito y los límites del deber político y la obligación. Incluye aquí un análisis de la desobediencia civil y la objeción al reclutamiento por motivos de conciencia. Por último, relaciona la teoría de la justicia con una doctrina del bien y del desarrollo moral, lo que le permite formular una concepción de la sociedad como una integración por excelencia.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.