"Sinopsis" puede pertenecer a otra edición de este libro.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.
Gastos de envío:
EUR 8,48
De España a Estados Unidos de America
Descripción Encuadernación de tapa blanda. Condición: Nuevo. 144 pp. La idea central, que presenta este libro se resume en esta propuesta: solo es posible alcanzar la plenitud de «lo divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de «lo humano»; únicamente podemos llegar a ser «más divinos» haciéndonos «más humanos». Esta propuesta brota del centro mismo de la fe cristiana: el «Dios encarnado», es decir, el «Dios humanizado», que se dio a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Esta idea tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad de la Iglesia: su teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en la vida de los cristianos. Nº de ref. del artículo: UDL9788498796315
Descripción Condición: New. Idioma/Language: Español. Solo es posible alcanzar la plenitud de «lo divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de «lo humano»; únicamente podemos llegar a ser «más divinos» haciéndonos «más humanos». Esta propuesta tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad toda de la Iglesia: su teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en la vida y la espiritualidad de los cristianos. Es una propuesta que brota del centro mismo de la fe cristiana: el Dios del cristianismo es el «Dios encarnado». Es decir, el «Dios humanizado», que se dio a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Pero ocurre que, en la historia del cristianismo, el hecho de la humanidad de Jesús y sus consecuencias ha resultado más difícil de aceptar que la divinidad de Cristo. Esta dificultad lleva derechamente a tener que afrontar esta pregunta: ¿Quién ocupa en realidad el centro de la vida de la Iglesia, Jesús y su Evangelio o san Pablo y su teología? No se trata de la vieja cuestión sobre quién fundó la Iglesia. La Iglesia tiene su origen en Jesús. La Iglesia tiene, por tanto, su centro en Jesús, el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios. Pero, todo esto supuesto, no se puede soslayar esta apremiante pregunta. A partir de ella, se concretan otros interrogantes: ¿De dónde o de quién se han tomado los grandes temas que se proponen y explican en la teología católica? ¿En qué o cómo se justifican el culto, los ritos y, en general, la liturgia que se celebra en nuestros templos? ¿Desde quién y desde qué argumentos se legitima el modo de gobierno que se ejerce en la Iglesia? ¿Qué forma de presencia en la sociedad debe tener la Iglesia? ¿Por qué el cristianismo aparece más como una religión y mucho menos como la presencia del Evangeliode Jesús en nuestro mundo? Mientras la Iglesia no afronte estas cuestiones, y les dé la debida respuesta, no podrá recuperar su identidad ni cumplir su misión en el mundo. *** Nota: Los envíos a España peninsular, Baleares y Canarias se realizan a través de mensajería urgente. No aceptamos pedidos con destino a Ceuta y Melilla. Nº de ref. del artículo: 13501726
Descripción Rustica (tapa blanda). Condición: New. Estado de la sobrecubierta: Nuevo. 01. Solo es posible alcanzar la plenitud de lo divino en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de lo humano ; únicamente podemos llegar a ser más divinos haciéndonos más humanos . Esta propuesta tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad toda de la Iglesia: su teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en la vida y la espiritualidad de los cristianos. Es una propuesta que brota del centro mismo de la fe cristiana: el Dios del cristianismo es el Dios encarnado . Es decir, el Dios humanizado , que se dio a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Pero ocurre que, en la historia del cristianismo, el hecho de la humanidad de Jesús y sus consecuencias ha resultado más difícil de aceptar que la divinidad de Cristo. Esta dificultad lleva derechamente a tener que afrontar esta pregunta: Quién ocupa en realidad el centro de la vida de la Iglesia, Jesús y su Evangelio o san Pablo y su teología? No se trata de la vieja cuestión sobre quién fundó la Iglesia. La Iglesia tiene su origen en Jesús. La Iglesia tiene, por tanto, su centro en Jesús, el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios. Pero, todo esto supuesto, no se puede soslayar esta apremiante pregunta. A partir de ella, se concretan otros interrogantes: De dónde o de quién se han tomado los grandes temas que se proponen y explican en la teología católica? En qué o cómo se justifican el culto, los ritos y, en general, la liturgia que se celebra en nuestros templos? Desde quién y desde qué argumentos se legitima el modo de gobierno que se ejerce en la Iglesia? Qué forma de presencia en la sociedad debe tener la Iglesia? Por qué el cristianismo aparece más como una religión y mucho menos como la presencia del Evangeliode Jesús en nuestro mundo? Mientras la Iglesia no afronte estas cuestiones, y les dé la debida respuesta, no podrá recuperar su identidad ni cumplir su misión en el mundo. LIBRO. Nº de ref. del artículo: 892684
Descripción Condición: New. Book is in NEW condition. Nº de ref. del artículo: 8498796318-2-1
Descripción Condición: Nuevo. Solo es posible alcanzar la plenitud de «lo divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de «lo humano»; únicamente podemos llegar a ser «más divinos» haciéndonos «más humanos». Esta propuesta tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad toda de la Iglesia: su teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en la vida y la espiritualidad de los cristianos. Es una propuesta que brota del centro mismo de la fe cristiana: el Dios del cristianismo es el «Dios encarnado». Es decir, el «Dios humanizado», que se dio a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Pero ocurre que, en la historia del cristianismo, el hecho de la humanidad de Jesús y sus consecuencias ha resultado más difícil de aceptar que la divinidad de Cristo. Esta dificultad lleva derechamente a tener que afrontar esta pregunta: ¿Quién ocupa en realidad el centro de la vida de la Iglesia, Jesús y su Evangelio o san Pablo y su teología? No se trata de la vieja cuestión sobre quién fundó la Iglesia. La Iglesia tiene su origen en Jesús. La Iglesia tiene, por tanto, su centro en Jesús, el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios. Pero, todo esto supuesto, no se puede soslayar esta apremiante pregunta. A partir de ella, se concretan otros interrogantes: ¿De dónde o de quién se han tomado los grandes temas que se proponen y explican en la teología católica? ¿En qué o cómo se justifican el culto, los ritos y, en general, la liturgia que se celebra en nuestros templos? ¿Desde quién y desde qué argumentos se legitima el modo de gobierno que se ejerce en la Iglesia? ¿Qué forma de presencia en la sociedad debe tener la Iglesia? ¿Por qué el cristianismo aparece más como una religión y mucho menos como la presencia del Evangeliode Jesús en nuestro mundo? Mientras la Iglesia no afronte estas cuestiones, y les dé la debida respuesta, no podrá recuperar su identidad ni cumplir su misión en el mundo. Nº de ref. del artículo: ALO0051729
Descripción Paperback. Condición: Brand New. Spanish language. 9.06x5.83x0.24 inches. In Stock. Nº de ref. del artículo: zk8498796318
Descripción Rústica. Condición: Nuevo. Estado de la sobrecubierta: Nuevo. Icar. Nº de ref. del artículo: SAL8498796315
Descripción RUSTICA. Condición: NUEVO. 144 pages/páginas. Nº de ref. del artículo: 9788498796315
Descripción Paperback. Condición: new. New. Nº de ref. del artículo: Wizard8498796318
Descripción Paperback. Condición: new. New Copy. Customer Service Guaranteed. Nº de ref. del artículo: think8498796318