Reseña del editor:
Durante 33 años he estado recibiendo cartas por escritura automática de mi abuelo, mi padre y de los familiares y amigos que han ido falleciendo. En ellas me envían mensajes para tener una vida terrenal más feliz. Todos ellos coinciden en que la muerte no existe, es sólo un cambio de dimensión. Lo único que abandonamos es nuestro cuerpo físico porque el alma es inmortal. Todos hemos perdido a un familiar o amigo, son unos momentos dolorosos y sin respuesta; en este libro encontrareis un bálsamo para vuestras heridas, y una razón para crecer espiritualmente y ser mejores cada día. Como decía Rumi (el gran poeta musulmán de origen persa), "El corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa, esperando el momento apropiado para ser interpretada y es a través del amor cuando ese momento llega"; cada alma tiene unas existencias diferentes, unas fáciles, otras difíciles, pero todas tenemos un propósito de vida. La lección más importante que hemos venido a aprender en la tierra es amar incondicionalmente, y el camino para lograrlo es a través de la consciencia y el perdón. Como dice uno de mis maestros, el Dr. Brian Weiss, "Nuestra misión es aprender, llegar a ser como Dios mediante el conocimiento". Como dicen las cartas, "En el universo todo es perfecto y no hay casualidades", así que, si tienes este libro en tus manos, no es una casualidad..., confío en que la lectura de estas páginas te ayude a disminuir el miedo a la muerte y que estos mensajes te den luz sobre el verdadero sentido de tu vida.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.