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Publicado por KRK Ediciones
ISBN 10: 8483671409ISBN 13: 9788483671405
Librería: KALAMO LIBROS, S.L., La Puebla de Montalbán, TO, España
Libro
Encuadernación de tapa blanda. Condición: Nuevo.
Publicado por KRK Ediciones, Oviedo, 2009
ISBN 10: 8483671409ISBN 13: 9788483671405
Librería: Librería Pérez Galdós, Madrid, España
Libro
Rústica con solapas. . Estado de conservación: new. 178 páginas.
Librería: Librería Anticuaria Galgo, Oviedo, ASTUR, España
12x17. 178 pp. Introducción de Josep Lluís Prades. Traducción de Víctor M. Santamaría Navarro. KRK ediciones. Oviedo, 2008. ¿Tienen mentes los animales no humanos? Hay un sentido en el que una respuesta afirmativa se considerará hoy día, de forma casi unánime, trivial. Pocos negarán que los animales sienten dolor, alegría y tristeza; reconocen a sus dueños y a otros animales; expresan sensaciones de hambre y de sed, hostilidad o benevolencia. Ahora bien, si la pregunta se refiere a si los perros, por ejemplo, pueden hacer planes de futuro, recordar episodios concretos, soñar, distinguir entre lo que está bien y lo que está mal o reconocer a sus dueños como individuos concretos, la respuesta afirmativa no es tan unánime ni tan sencilla. Es en este segundo sentido en el que la cuestión se debate en la filosofía contemporánea y en el que el carácter de la respuesta no depende sólo de descubrimientos empíricos sobre el comportamiento animal o de teorías sobre sus causas neuropsicológicas, sino de qué se entienda por mente, pensamiento, consciencia o comportamiento.En este texto, Hans Glock analiza tres posiciones a propósito del problema: el 'lingualismo' de Davidson, que niega que los animales no lingüísticos puedan tener pensamientos o conceptos; el mentalismo, que sostiene que los pensamientos de los animales sólo se diferencian de los nuestros en cuestión de grado; y la que acepta que los animales sólo pueden tener pensamientos, aunque de tipo muy simple. El autor se decanta por una posición intermedia y admite la posibilidad de que los animales tengan algún tipo de pensamiento perceptivo sin conceptos, ya que -argumenta- la posesión de conceptos no está ligada al lenguaje, sino a la capacidad de hacer discriminaciones sujetas a evaluación normativa.