Dos Olas - Tapa blanda

Algunas de mis amigas me preguntan (y vayan ustedes a saber por qué, ¿como puede un autor meterse tan bien en la piel de una mujer? Yo creo que porque cuando se habla de sentimientos profundos da un poco igual el sexo, pero he de reconocer que en este libro, Daniel Pelegrín, hace un gran trabajo al meterse en la piel, pero sobre todo en el alma de las protagonistas, La negra Inés do Carmo y Adélia.

Tres siglos separan a estas dos mujeres, tres siglos que no son nada cuando se transita por las carreteras y caminos de los sentimientos y emociones. Porque de eso creo que va Dos Olas, de mujeres solas, cada una en su tiempo, y Lisboa como telón de fondo.

Lisboa, de ella pensaba hablarles en mi reseña, porque si ustedes han estado en esa ciudad y ahora leen este libro, verán Lisboa. No la describe, no hace falta, el lenguaje que utiliza es “Lisboa”, es como cantar un fado y cerrar los ojos. Es Lisboa, esa Lisboa multicolor, de ritmo, de subir y bajar, esa Lisboa triste y melancólica que yo he conocido, una ciudad decadente donde hoy solo quedan los que no pueden marchar, la crisis ha golpeado con toda su fuerza a esta ciudad que duerme entre aquella decadencia de siempre y esta dejadez de hoy.

Mujeres solas frente a esta gran ciudad que ya, en una ocasión, tras un gran terremoto al que siguió un enorme Tsunami, debió renacer de sus cenizas. Una ciudad que como estas mujeres, ha crecido a base de los golpes que le dio la vida.

Un libro especial en la forma y en el fondo. Una novela que a través de un cuidado lenguaje va más allá del lirismo narrativo, pero al mismo tiempo encontramos dos historias fáciles de leer y comprender, el trabajo se le da hecho al lector, solo hay que dejarse llevar por las palabras y nos adentramos en dos vidas normales y especiales, en dos momentos de las historia de una ciudad. Experimentar con la literatura es algo que estamos viendo cada vez más, este es un ejemplo de los buenos resultados que podemos encontrar.

No conocía a este autor, y nada más he leído de él, quizá alguna traducción, pero reconozco que me ha gustado, y me ha sorprendido, y yo misma me he sorprendido al verme prendada de esta obra tan triste, tan lenta, tan amarga, tan llena de lo más negro de Lisboa, y no solo porque Cova da Moura sea un barrio en el que se asentaron los antiguos esclavos africanos llegados de lugares extraños y lejanos..., que sí, que allí llegó Inés do Carmo, que aprendió a vivir de sus remedios, pócimas y curas en un tiempo el que por eso podías ser conducida al fuego eterno de la Inquisición.

Un lugar al que tres siglos más tarde no puede regresar Adelia, una joven universitaria que se ve obligada, por diversas, delicadas y difíciles circunstancias, a abortar en lamentables condiciones, esas que deben padecer aquellas mujeres que siendo pobres viven en un países en los que el aborto está prohibido.

¡Cuánto dolor y soledad en las páginas de este libro! Y por más que uno quiere, imposible despegarse, imposible mantenerse al margen de la dolorosa vida de estas dos mujeres, separadas tan solo por algo tan circunstancial como el tiempo.

Y les decía al principio que Dos olas habla de dos jóvenes mujeres, cada una en su tiempo, pero ya ven, cuando se habla de sentimiento y dolor, y sobre todo de miedo y soledad, no hay distancia ni tiempo que medir ...

Vidas sencillas y tristes, como el fado más triste del mundo cantado una y otra vez.