Reseña del editor:
“La historia verdadera de la conquista de la Nueva España” es uno de los libros más apasionantes que se han escrito. Este soldado de Medina del Campo escribió ya viejo sus memorias de la increíble campaña de Hernán Cortés; era uno de los cuatrocientos cincuenta españoles que emprendieron la conquista del inmenso territorio. Hay que advertir desde luego que el descubrimiento y conquista de América no fue buen negocio para los que lo realizaron. Los esfuerzos, fatigas y padecimientos fueron increíbles. La distancia, las dificultades del terreno —selvas, desiertos, cordilleras, ríos, animales feroces, mosquitos más feroces todavía—, sin contar los combates con los indios y de los españoles entre sí, tan frecuentes, ni los riesgos de la navegación transatlántica en veleros que rozaban las cien toneladas, todo ello hacía la vida de estos hombres extremadamente penosa, esforzada y peligrosa. Las probabilidades de sobrevivir eran mínimas, y bien lo sabían. Si se hiciesen cuentas, se encontraría que los descubridores y exploradores, en su inmensa mayoría, dejaron la piel en la empresa. El utilitarismo, la codicia, no es explicación suficiente. Fue decisivo el espíritu de aventura, el deseo de realizar hazañas extraordinarias y dignas de ser recordadas, el orgullo de pertenecer a una minoría capaz de grandes cosas. En el preámbulo de su "Historia", Bernal Díaz del Castillo habla de «los heroicos hechos y hazañas que hicimos cuando ganamos la Nueva España y sus provincias en compañía del valeroso y esforzado capitán don Hernando Cortés»; y anuncia que va a escribir como buen testigo de vista, «con la ayuda de Dios, muy llanamente, sin torcer a una parte ni a otra, y porque soy viejo de más de ochenta y cuatro años y he perdido la vista y el oído, y por mi ventura no tengo otra riqueza que dejar a mis hijos y descendientes, salvo esta mi verdadera y notable relación...» (J. Marias)
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