Reseña del editor:
‘El nuevo acelerador’, de Herbert George Wells es un cuento sobre los efectos de una droga capaz de llevar al corazón a 1000 latidos por minuto, a fin de acelerar el metabolismo y aprovechar el tiempo por la aceleración del pensamiento y movimiento humanos. Este relato plantea el problema ético de actos que podrían quedar impunes con ese poder, cuestión que obvian los productores del acelerador. Un profesor llamado Gibberne que en el año 1899 invento una droga llamada el Nuevo Acelerador, como lo dice su nombreacelera el cuerpo de quien lo toma, según Gibberne no tiene rival en cuestión de medicamentos soporíferos, sedantes, etc. El Profesor llamo a su mejor amigo para comentarle sobre lo quepodría hacer con la droga y también para que serviría. Al otro día es profesor salió corriendo de su casa para buscar a su amigo y comentarle que la droga si funcionaba y quería ver sila probaba nuevamente pero con el, ya en su casa, el amigo del profesor estaba dudoso de si tomarla o no porque no sabia lo que iba a pasar después de tomársela. Al cabo de un largorato se decide que se la va a tomar. Gibberne sirvió dos vasos de agua y les puso unas gotitas de la droga, antes de tomársela le dio algunas advertencias a su amigo, quien después de unrato de reflexionarlas, ambos procedieron a tomarse la droga. Después de unos minutos decidieron salir por la ventana para saber si había funcionado. Al parecer si había salido bien,solo que todo andaba lento o ¿ellos eran muy rápidos? Así que comenzaron a caminar. Al profesor se le ocurrió molestar un perro, comenzó a correr pero en ese instante su pantalóncomenzó a quemarse, se detuvo asustado y obtuvo una teoría. Repentinamente la droga comenzó a dejar de hacer su efecto y decidieron irse apresuradamente a casa la del mismo profesorpara que nadie los viera. Antes de llegar a su destino, el efecto de la droga se les pasado totalmente, todos los ven pero al parecer a nadie le importa y siguen haciendo sus actividades.
Biografía del autor:
Herbert George Wells (Bromley, Kent; 21 de septiembre de 1866-Londres, 13 de agosto de 1946 ), más conocido como H. G. Wells, fue un escritor, novelista, historiador y filósofo británico. Es famoso por sus novelas de ciencia ficción y es considerado, junto a Julio Verne, uno de los precursores de este género. Sus novelas, junto con las de éste, fueron la inspiración del ingeniero aeroespacial Wernher von Braun. Por sus escritos relacionados con la ciencia, en 1970 se decidió en su honor llamar H. G. Wells a un astroblema lunar ubicado en la cara oculta de la Luna. H. G. Wells fue toda su vida un izquierdista convencido. De hecho, su primera novela, La máquina del tiempo (1895), trataba fundamentalmente la lucha de clases. Los hermosos Eloi eran descendientes de los antiguos capitalistas, y los Morlocks de los proletarios, enterrados junto con las máquinas y la industria y que, en la novela, acaban por dominar a sus antiguos opresores. Convencido de la necesidad de un sistema social más justo, se uniría a la Sociedad Fabiana, cuyo objetivo era instaurar el socialismo de forma pacífica, si bien diferencias con ciertos miembros (por ejemplo Bernard Shaw) acabaron por distanciarlo del grupo. Wells criticó también la hipocresía y la rigidez de la época victoriana, así como el imperialismo británico y en su novela Ana Verónica (1909) se adelanta a lo que serían los movimientos de liberación femeninos. Wells estaba convencido de que la especie humana podría ser mejorada gracias a la ciencia y a la educación. Sin embargo, no cayó en la ingenuidad de muchos de sus contemporáneos y fue uno de los primeros pensadores que advirtió del peligro de confiar ciegamente en las máquinas. Siempre postuló que era el hombre quien debería dominar a las máquinas, y no al revés. Durante la última época de su vida, Wells asumió la tarea de defender en escritos y conferencias todo aquello que considerara positivo para el progreso, así como en criticar los grandes conflictos bélicos que asolaron Europa. Toda la obra de H. G. Wells está influida por sus profundas convicciones. En La máquina del tiempo (1895) abordó el tema de la lucha de clases; en La isla del doctor Moreau (1896) y en El hombre invisible (1897), los límites éticos de la ciencia y la obligación del científico de actuar de forma ética más allá del poder que le otorgan sus descubrimientos; en La guerra de los mundos , la crítica de los usos y costumbres de la época victoriana y las prácticas imperialistas británicas.
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