Par(entes)is - Tapa blanda

PAR ( ENTES ) IS posee una peculiar estructura de trazado arquitectónico, cuyas cinco partes (incluidas como tales el In Antis y el Opistodomo), parecen erigirse en otros tantos recintos que se sustentan sobre los pilares temáticos de la memoria y el olvido, el amor y la muerte, y el intento de transcender la condición material de la existencia. De la misma manera que todo espacio se configura como una yuxtaposición de líneas y volúmenes, o toda memoria como una yuxtaposición de imágenes, también el libro se configura como una yuxtaposición de voces que se suceden en un perfecto ensamblaje donde se han cuidado primorosamente las transiciones y las suturas. Las cursivas, o los propios paréntesis, fragmentan la linealidad discursiva creando una especie de artesonado que da al poema una dimensión polifónica. La doble voz del poeta (la lineal por un lado y la incidental de los paréntesis por otro), alterna con la voz en cursivas de la amada, produciéndose una diversidad de sentidos al permitir, cada uno de esos registros, lectura independiente de los demás; pero, a su vez, las transiciones entre unas y otras voces se han fundido de manera tal que es posible englobarlas en una tercera lectura continua, de sentido unitario e integrador. El poema se resuelve así en un espacio cúbico donde las distintas voces superpuestas son otras tantas llamadas a la complicidad del lector. En la primera parte, el poeta utiliza la muerte de la amada como pretexto para buscar las huellas de su presencia transcorporal, en un intento de perpetuar las vivencias amorosas. En ese proceso de esencialización, la amada es contemplada como a través de un prisma que la multiplica en una sucesión de perfiles y relieves caleidoscópicos: su sombra o su perfume, su silencio o sus ropas, así como todos los objetos que la evocan pasan a ser un "idioma del recuerdo", es decir, la sinécdoque que permite al poeta, una vez desaparecida, reencontrar de nuevo a la amada en el ámbito de la memoria. Entre las diversas significaciones que la casa adquiere en la segunda parte, destaca la que la con-vierte en una macrometáfora de la mujer misma, al convertirse en una imagen proyectada de la amada. La casa es, pues, un "alter-tú", un espacio que se "encarnece" tras su muerte, hasta llegar a suplantarla, posibilitando su recuerdo y su presencia en todos los objetos y rincones donde ella habitó. Tras la tercera parte, "No haya olvido", donde se agrupan una serie de variaciones sobre el olvido y la muerte, y donde el poema "Inquilina" cierra el círculo temático de la amada transubstanciada y rediviva en las cosas, el poema final "La Carta", actúa como bisagra estructural que cierra y al mismo tiempo abre, paradójicamente, el sentido global de la obra, al devolver la realidad de todo lo narrado anteriormente al plano de la ficción lírica, y al revelar también la naturaleza metapoética del conjunto. La superposición de voces llega aquí a una depuración tal que puede descubrirse un soneto intercalado fragmentariamente entre los paréntesis. Un soneto que revela una última forma de sobrevivir a la destrucción: el poema mismo, transformado en carta que hará de cada lector "un lugar de encuentro" donde podrá reactualizarse la vivencia amorosa. "Presos en un renglón enamorado", los amantes podrán ver así perpetuado su triunfo sobre la muerte y el olvido, a través del milagro, repetido por cada lector, de la palabra poética. PEDRO A. GONZÁLEZ MORENO

José Luis Morales nació en Fernán Caballero (Ciudad Real) en 1955. Licenciado en Filosofía y Letras. Ha ejercido el periodismo y la docencia. Como poeta ha publicado : 7 x 7 Antología (Bilbao, 1975), Por las deshabitadas arboledas (Madrid, 1991) Premio “Blas de Otero”, Par(entes)is (Talavera de la Reina, 1995) Premio “Rafael Morales”, El aroma del Tacto (Madrid, 2000) Premio Nacional de poesía “José Hierro”, Otoños del amor (Valdepeñas, 2002) y El viento entre las ruinas (Hiperión, 2009) Premio Internacional de poesía “Miguel Hernández”. Ha publicado también un libro de viajes, El Bierzo y las tierras de Babia , 1990, y ha realizado algunas antologías de poetas contemporáneos (José Hierro, Juan Van-Halen, Vicente Martín) publicadas por el Aula de Poesía Gerardo Diego, la editorial Visor, la Universidad de Alcalá de Henares y Huerga & Fierro. También es autor de un juguete cómico infantil, publicado en 2013 por la B.A.M.: La adoración de los animales. De su poesía, escribió Carlos Bousoño: “En muy frecuentes ocasiones, cada palabra se paladea como un delicado manjar. En otros versos hay, además de esto, fuerza, poder. Nótese también la excelencia del cierre poemático porque es una característica muy sobresaliente de bastantes de estos poemas”.