Reseña del editor:
Este libro histórico puede tener errores numerosos, falta texto, imágenes, o un índice. Los compradores pueden descargar una copia gratuita escaneadas del libro original (sin errores) de la editorial. 1904. No se muestra. Extracto: ... Justino, pulcro y aseado con su ropita dominguera, marcha indiferente al bullicio y batahola de la calle. En el hormiguero que rebulle y se afana, ven sus ojos, sin mirar, palmas verdes y palmas jalde... apuestos galanes, damiselas emperejiladas que acuden á misa... Y' Justino, siempre taciturno, marcha, marcha; baja la acera, se adelanta á un grupo, luego gana á otros transeuntes, más allá á otro grupo... Justino anda apresurado, tiene una gran prisa de llegar... no sabe á dónde; sigue el camino que llevan todos. Justino da vueltas en su mente á estos pensamientos: « ¡Se ha cometido, se está consumando una iniquidad muy grande; algo indigno, villano, que acabo de descubrir!... La casualidad pone las pruebas en mis manos... Y aquello tiene remedio... Justino ni entra ni sale, ni le importa el asunto. Pero ¡demonio!... ¡si las personas honradas no ponen coto al atrevimiento de los despreocupados!... pues ¡ apaga y vámonos!...» «Si yo accedo á su pretensión... entonces me hago cómplice de sus trapisondas... ¡Antes pierdo el género!... Aunque ya se daría maña la casa para cobrarlo... ¡Vaya un abuso de confianza! Ese hombre está gastando el dinero de doña Obdulia, paga con ese dinero las obras y haciendo poner á su nombre los recibos, va á resultar él el verdadero dueño de todas esas casas... ¡Bien, hombre, bien! ¡ Y sabrá demostrar que le han costado su dinero y todo... ¡recibos cantan!... ¡No está mal pensado!... Es preciso que sepan esto los Ullastres. Esto y lo otro, lo de la escritura... Y si tan imposible está esa señora doña O...
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