DIARIOS DEL SAHARA DE SANMAO. ED. RATA, 2016, IDIOMA: CASTELLANO
"Sinopsis" puede pertenecer a otra edición de este libro.
Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Andrés Barrero
Si cuando uno revisa las emociones sentidas tras leer un libro cualquiera puede resultar difícil separar lo leído de lo sentido, en este caso la dificultad de hacerlo es tal que conviene rendirse y asumir que el libro es su protagonista y su protagonista es su autora. Así, cuando un piensa que en Diarios del Sáhara ha leído a Sanmao y lo ha hecho como si la hubiera conocido, qué se yo, sentado junto a una hoguera en el desierto, puede sentirse lo suficientemente reconfortado como para afrontar la tarea de reseñarlo como quien habla de una amiga. El magnetismo de Sanmao es tal que no hay otra opción, pero si la hubiera, si pudieran leerse los Diarios del Sáhara fríamente, analizándolos como el testimonio histórico que sin duda también es, sería tan triste, supondría una traición tan manifiesta al sentimiento con el que el libro fue escrito y a la vez se perdería uno tanta cosas que es mejor ni pensar en ello. Pónganse por un momento en situación. Imaginen a una joven taiwanesa en la España de los setenta, una mujer de buena familia, de cierto nivel cultural y poseída por un espíritu de aventura tan irrefrenable que traducido en kilómetros resulta asombroso para su época. Y si esa imagen de una joven urbanita sola que probablemente fuera la primera persona de rasgos orientales que viera en su vida una amplia mayoría de las personas con las que se cruzara por la calle en Madrid no les parece lo suficientemente evocadora, trasládenla al Sáhara en sus últimos momentos como colonia española y entenderán cómo debe sentirse un marciano en Bollullos, por poner un ejemplo. El paso siguiente para entrar en situación es sencillo, lean y quieran al marciano. El escenario es terriblemente atractivo para cualquier lector español actual mínimamente interesado en el Sáhara, que somos legión, pero no esperen encontrarse un retrato bucólico lleno de estampas románticas de los buenos y nobles beduinos del desierto. El retrato del ambiente y de las gentes que se encontró Sanmao es el único aceptable para alguien con una relación con la literatura tan sincera como ella, descarnado pero hermoso. Y la belleza no nace en el paisaje, que podría, sino de la mirada limpia de la autora. Fíjense que sencillo y piensen en lo infrecuente que es: simplemente cuenta lo que ve. Dicen de Sanmao que fue un alma errante y puede que lo fuera, pero antes y después del Sáhara. Mientras estuvo allí su alma soñadora estuvo en su casa, y no creo que después de leer los Diarios del Sáhara tengan dudas al respecto. Quien ama un lugar siendo consciente de sus defectos, que existían y eran múltiples, es porque es su lugar. Ella no estuvo sola en el Sáhara, estuvo con su marido, otro personaje entrañable que Sanmao hace grande no idealizándolo, sino describiéndolo con total sinceridad, incluso riéndose de él en ocasiones. Esos pasajes en los que se burla de su marido (al que quería profundamente) son, si lo piensan bien, muy españoles, su sentido del humor cuando se divierte ante el desconocimiento de José de las tradiciones, especialmente las gastronómicas, de su país natal es muy nuestro, aunque no sea especialmente edificante. Hay pasajes duros, la vida era difícil y a las adversidades propias del medio y la situación política se suman las que provocan las diferencias culturales con sus vecinos, porque no vivían en la zona de los españoles, sino en la de los saharauis. Los hay, especialmente el último, que no se pueden leer sin una gran tristeza. En otros sin embargo es imposible refrenar la sonrisa o incluso la risa, una sonrisa tan abierta como los ojos. Ella no escribía por perseguir la posteridad, la fama ni el dinero, lo hacía por necesidad. Simplemente no podría no haber escrito impostadamente como no podría no haber vivido el desierto y contentarse con una urbanización de relativo lujo equiparable a la de la colonia. No sé si me creerá pero lo digo con total sinceridad: empiece el libro por curiosidad, compromiso, coincidencia o cualquier motivo que le lleve a él, pasadas pocas páginas el espíritu de Sanmao logrará que continúe leyendo por necesidad. Al final puede que tenga que frotarse los ojos para enjugarse las lágrimas y los granos de arena, en todo caso tendrá una amiga más. Sólo le pido una cosa, dele recuerdos de mi parte. Se lo agradeceré.
Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Andrés BarreroSi cuando uno revisa las emociones sentidas tras leer un libro cualquiera puede resultar difícil separar lo leído de lo sentido, en este caso la dificultad de hacerlo es tal que conviene rendirse y asumir que el libro es su protagonista y su protagonista es su autora. Así, cuando un piensa que en Diarios del Sáhara ha leído a Sanmao y lo ha hecho como si la hubiera conocido, qué se yo, sentado junto a una hoguera en el desierto, puede sentirse lo suficientemente reconfortado como para afrontar la tarea de reseñarlo como quien habla de una amiga. El magnetismo de Sanmao es tal que no hay otra opción, pero si la hubiera, si pudieran leerse los Diarios del Sáhara fríamente, analizándolos como el testimonio histórico que sin duda también es, sería tan triste, supondría una traición tan manifiesta al sentimiento con el que el libro fue escrito y a la vez se perdería uno tanta cosas que es mejor ni pensar en ello. Pónganse por un momento en situación. Imaginen a una joven taiwanesa en la España de los setenta, una mujer de buena familia, de cierto nivel cultural y poseída por un espíritu de aventura tan irrefrenable que traducido en kilómetros resulta asombroso para su época. Y si esa imagen de una joven urbanita sola que probablemente fuera la primera persona de rasgos orientales que viera en su vida una amplia mayoría de las personas con las que se cruzara por la calle en Madrid no les parece lo suficientemente evocadora, trasládenla al Sáhara en sus últimos momentos como colonia española y entenderán cómo debe sentirse un marciano en Bollullos, por poner un ejemplo. El paso siguiente para entrar en situación es sencillo, lean y quieran al marciano. El escenario es terriblemente atractivo para cualquier lector español actual mínimamente interesado en el Sáhara, que somos legión, pero no esperen encontrarse un retrato bucólico lleno de estampas románticas de los buenos y nobles beduinos del desierto. El retrato del ambiente y de las gentes que se encontró Sanmao es el único aceptable para alguien con una relación con la literatura tan sincera como ella, descarnado pero hermoso. Y la belleza no nace en el paisaje, que podría, sino de la mirada limpia de la autora. Fíjense que sencillo y piensen en lo infrecuente que es: simplemente cuenta lo que ve. Dicen de Sanmao que fue un alma errante y puede que lo fuera, pero antes y después del Sáhara. Mientras estuvo allí su alma soñadora estuvo en su casa, y no creo que después de leer los Diarios del Sáhara tengan dudas al respecto. Quien ama un lugar siendo consciente de sus defectos, que existían y eran múltiples, es porque es su lugar. Ella no estuvo sola en el Sáhara, estuvo con su marido, otro personaje entrañable que Sanmao hace grande no idealizándolo, sino describiéndolo con total sinceridad, incluso riéndose de él en ocasiones. Esos pasajes en los que se burla de su marido (al que quería profundamente) son, si lo piensan bien, muy españoles, su sentido del humor cuando se divierte ante el desconocimiento de José de las tradiciones, especialmente las gastronómicas, de su país natal es muy nuestro, aunque no sea especialmente edificante. Hay pasajes duros, la vida era difícil y a las adversidades propias del medio y la situación política se suman las que provocan las diferencias culturales con sus vecinos, porque no vivían en la zona de los españoles, sino en la de los saharauis. Los hay, especialmente el último, que no se pueden leer sin una gran tristeza. En otros sin embargo es imposible refrenar la sonrisa o incluso la risa, una sonrisa tan abierta como los ojos. Ella no escribía por perseguir la posteridad, la fama ni el dinero, lo hacía por necesidad. Simplemente no podría no haber escrito impostadamente como no podría no haber vivido el desierto y contentarse con una urbanización de relativo lujo equiparable a la de la colonia. No sé si me creerá pero lo digo con total sinceridad: empiece el libro por curiosidad, compromiso, coincidencia o cualquier motivo que le lleve a él, pasadas pocas páginas el espíritu de Sanmao logrará que continúe leyendo por necesidad. Al final puede que tenga que frotarse los ojos para enjugarse las lágrimas y los granos de arena, en todo caso tendrá una amiga más. Sólo le pido una cosa, dele recuerdos de mi parte. Se lo agradeceré.
Reseña del editor:Sanmao es camino, es búsqueda y es vida, pero sobre todo es libertad. Chen Ping, Echo, Sanmao: tres nombres, tres nacionalidades que ilustran la condición errante de la autora, de quien hizo del camino y los que lo transitan su hogar. Sanmao, caminante infatigable, hace bueno el dicho de que la valía y cuantía del tesoro son siempre ínfimas si se las compara con la aventura que las precedió; por grande que sea el botín, siempre significa lo mismo: la llegada a un final, a un punto de no retorno, a nuestro destino. Sanmao hizo del camino y su vida la más grande de sus obras. La voz de Sanmao está destinada a ser universal por lo que de particular hay en ella, Diarios del Sáhara, publicada por primera vez en el año 1976, recoge los años que la autora y su marido, José Quero, pasaron en el continente africano. :Rata_ descubre y publica por primera vez en nuestro país a una de las voces más enigmáticas y cautivadoras del continente asiático. Por méritos propios, Sanmao debe ser considerada un clásico del siglo XX.
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Descripción RATA. Condición: Nuevo. Nº de ref. del artículo: 5ecc027453da57a12f219372cea91620
Descripción EDICIONES RATA, 2016. Condición: Nuevo. Sanmao es camino, es búsqueda y es vida, pero sobre todo es libertad. Chen Ping, Echo, Sanmao: tres nombres, tres nacionalidades que ilustran la condición errante de la autora, de quien hizo del camino y los que lo transitan su hogar. Sanmao, caminante infatigable, hace bueno el dicho de que la valía y cuantía del tesoro son siempre ínfimas si se las compara con la aventura que las precedió; por grande que sea el botín, siempre significa lo mismo: la llegada a un final, a un punto de no retorno, a nuestro destino. Sanmao hizo del camino y su vida la más grande de sus obras. La voz de Sanmao está destinada a ser universal por lo que de particular hay en ella, Diarios del Sáhara, publicada por primera vez en el año 1976, recoge los años que la autora y su marido, José Quero, pasaron en el continente africano. :Rata_ descubre y publica por primera vez en nuestro país a una de las voces más enigmáticas y cautivadoras del continente asiático. Por méritos propios, Sanmao debe ser considerada un clásico del siglo XX. Nº de ref. del artículo: 0010136592
Descripción :RATA_, 2016. Rustica (tapa blanda). Condición: New. Estado de la sobrecubierta: Nuevo. 01. Sanmao es camino, es búsqueda y es vida, pero sobre todo es libertad. Chen Ping, Echo, Sanmao: tres nombres, tres nacionalidades que ilustran la condición errante de la autora, de quien hizo del camino y los que lo transitan su hogar. Sanmao, caminante infatigable, hace bueno el dicho de que la valía y cuantía del tesoro son siempre ínfimas si se las compara con la aventura que las precedió; por grande que sea el botín, siempre significa lo mismo: la llegada a un final, a un punto de no retorno, a nuestro destino. Sanmao hizo del camino y su vida la más grande de sus obras. La voz de Sanmao está destinada a ser universal por lo que de particular hay en ella, Diarios del Sáhara, publicada por primera vez en el año 1976, recoge los años que la autora y su marido, José Quero, pasaron en el continente africano. :Rata_ descubre y publica por primera vez en nuestro país a una de las voces más enigmáticas y cautivadoras del continente asiático. Por méritos propios, Sanmao debe ser considerada un clásico del siglo XX. br br. LIBRO. Nº de ref. del artículo: 963639
Descripción Rata, 2016. Paperback. Condición: Brand New. Spanish language. 7.87x4.80x1.57 inches. In Stock. Nº de ref. del artículo: zk8494489178
Descripción EDITORIAL RATA, 2016. Otros. Condición: New. Estado de la sobrecubierta: Nuevo. 01. Sanmao es camino, es búsqueda y es vida, pero sobre todo es libertad. Chen Ping, Echo, Sanmao: tres nombres, tres nacionalidades que ilustran la condición errante de la autora, de quien hizo del camino y los que lo transitan su hogar. Sanmao, caminante infatigable, hace bueno el dicho de que la valía y cuantía del tesoro son siempre ínfimas si se las compara con la aventura que las precedió; por grande que sea el botín, siempre significa lo mismo: la llegada a un final, a un punto de no retorno, a nuestro destino. Sanmao hizo del camino y su vida la más grande de sus obras. La voz de Sanmao está destinada a ser universal por lo que de particular hay en ella, Diarios del Sáhara, publicada por primera vez en el año 1976, recoge los años que la autora y su marido, José Quero, pasaron en el continente africano. :Rata_ descubre y publica por primera vez en nuestro país a una de las voces más enigmáticas y cautivadoras del continente asiático. Por méritos propios, Sanmao debe ser considerada un clásico del siglo XX. br br. LIBRO. Nº de ref. del artículo: 557405