Críticas:
Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Susana Hernández
El Monje, de Matthew G. Lewis & ¿Recuerdan a mi amigo “El farmacéutico”?Pues en esta ocasión me pasa un libro escrito en 1796, y que además es la primera novela escrita por el dramaturgo y político inglés, Matthew G. Lewis. Autor, por cierto, del que no tenía el gusto de haber leído nada, pero del que no descarto leer más, seguramente, “Diario de un plantador de las Antillas”, un libro escrito tras su larga estancia en el continente americano. Dicen que esta novela parece que es una de las obras cumbres de la novela gótica, (¿recuerdan cuando reseñé “Diva o muerta”? ¡Que poquito sabía entonces de este género!). Dicen también que ya desde su publicación la novela fue tachada y condenada por impía, libertina, atea, obscena y corrompida. Pues miren..., ya me interesa. Esta obra nos cuenta la historia de Ambrosio, un monje español, adorado por todos, visto como ejemplo de moralidad y santidad, que será tentado por ¿El demonio?, bueno yo diría que por todos los demonios posibles, hasta llegar a caer, en este caso con todo merecimiento, en las garras de la Inquisición. Este libro ha sido una fiesta literaria para mí. Ha sido capaz de trasladarme a una época concreta de la historia, Un libro que podía haber sido escrito hace tan solo unos días y seguiría siendo lo que es, una crítica a una sociedad que se deja llevar por las apariencias. Ya saben, como ese famoso refrán, (algo machista), que dice que la mujer del César no solo tiene que ser honesta, sino parecerlo. Con lo que les he dicho podría dar por terminada la reseña, pero está claro que si les quiero hacer leer un libro del siglo XVIII, que yo solo en visto en edición de bolsillo y con letra pequeñita, tendré que trabajar un poco más. Así que ...Inicien el libro sin miedos: “Apenas llevaba sonando la campana del convento cinco minutos, y ya se encontraba la Iglesia de los Capuchinos abarrotada de oyentes. No creáis que la multitud acudía movida por la devoción o el deseo de instruirse, a muy pocos les impulsaban tales motivos; en una ciudad como Madrid donde reina la superstición con tan despótica pujanza, buscar la devoción sincera habría sido empresa vana...” Ven, es del Siglo XVIII pero se lee estupendamente gracias a la gran traducción que nos ofrece Francisco Torres Oliver. Lord Byron y el Marqués de Sade dieron el visto bueno a la novela en sendos escritos. Otra razón, amigos míos, para crear curiosidad sobre el libro. ¿Por qué las jóvenes casaderas, o en edad de merecer, (que sé que esto le hizo gracia a algunos en otra reseña), no debían leer la Biblia? Una pregunta que me ha sido respondida, y con acierto, en este libro.El inicio de la novela me desconcertó, no tenía ni idea hacía donde quería ir el autor, pero con la aparición de la hermosa Antonia y de su tía Leonela, un personaje encantador, y la llegada de los diálogos a la novela, que por cierto son estupendos y hacen que la novela avance con ligereza, he empezado a divertirme y he olvidado que toda historia debe llevarme a alguna parte. Y les aseguro que todas y cada una de las historias integradas dentro de la historia principal se van abriendo y cerrando de una forma perfecta. El final no me ha defraudado en absoluto, el narrador te va dando las pistas suficientes para que te adelantes a él, pero sólo en la parte que le interesa, haciendo crecer en el lector la necesidad de avanzar y avanzar hasta ese final que cierra de forma brillante. Miedo no he pasado, aunque si ha logrado inquietarme con las leyendas que relata y que quedan perfectamente integradas en el relato. “El Monje”: Pactos satánicos, incesto, adulterio, abuso, Inquisición, celibato, y naturalmente la mujer como representación del mal absoluto. Y déjenme que les cuente una pequeña anécdota, cuando tenía 13 años pretendí entrar en La Real Cartuja de Santa María de Aula Dei, que está muy cerca de Zaragoza, y en la que hay unas pinturas de Goya que quería ver (y que el año pasado por fin pude contemplar). Estaba prohibida la entrada a mujeres, y lo sabía, pero con 13 años yo ya era muy reivindicativa con los derechos de la mujer, así que, con otras cuatro amigas nos plantamos en la puerta hasta conseguir hablar con un monje Cartujo, el Hermano Portero, que nos recibió en la puerta, y, entre otras lindezas, nos dijo que no podíamos entrar porque nosotras éramos “el pecado y la carne”... Ahora ya tengo claro que el Hermano Portero ya debía haber leído este libro, casi seguro.Susana Hernández
Reseña del editor:
El Monje, de Matthew G. Lewis, libro terrible y una de las cimas de la novela gótica, vio la lu zen marzo de 1796, y despertó inmediatamente el interés y el asombro de la crítica y el público. Hoy, doscientos años más tarde, el poder hipnótico de su prosa y el veneno moral que destilan sus páginas sigue despertando el asombro de las generaciones de lectores que gustan del terror clásico. Ya desde su aparición, la obra fue tachada y condenada por impía, libertina, atea y corrompida. H. P. Lovecraft, maestro de ceremonias de la literatura macabra, la considera «una obra maestra de verdadera pesadilla cuyos elementos generales de corte gótico están condimentados con un cúmulo de rasgos macabros». La novela nos presenta a un monje español, llamado Ambrosio, quien de un estado profundamente virtuoso pasa a ser tentado por el demonio bajo la apariencia de la doncella Matilde. Finalmente, Ambrosio es condenado a morir en manos de la Inquisición.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.