Reseña del editor:
“Caminaba como hombre que afronta una fuerte ventisca, pero era más fuerte que el viento. Vestía nuevamente la burda túnica de lana, y de nuevo, Sus pies estaban desnudos y polvosos de los torcidos caminos. Volví a ver Sus largas manos y recias muñecas, cual ramas de un árbol. Su cabeza estaba erguida, y en Su continente, contemplé un vasto propósito y un callado anhelo de ternura.” Justamente, con esa clara visión, Gibrán dibujó y escribió su JESÚS, EL HIJO DEL HOMBRE, apartándose de la tradición y de la erudición, a veces, de los mismos Evangelios, sintiéndose contemporáneo de Jesús, y por lo tanto, uno de sus evangelistas. Gibrán tuvo la idea genial de hacer hablar sobre Jesús a más de setenta personas, unas históricamente conocidas y otras de su invención; unas hablando bien de Él y otras mal; pero al final de la obra, el fascinado lector tiene la justa impresión de lo que en realidad debió de ser Jesús. Estamos seguros de que Gibrán vivió la vida de cada uno de los personajes que hablan de Jesús, y por lo mismo, éstos nos dan la sensación de que viven y expresan su íntimo estado de ánimo ante la majestad del Señor. Leonardo S. Kaim. Gibran Kahlil Gibran : Tu nombre significa SOÑADOR, AMIGO PREDILECTO, SANADOR DE LAS ALMAS. Conocido como Khalil en el mundo, en México, reconocían tu apellido como Jalil, pero tú firmabas Kahlil en todas tus obras. De ser uno de los ESPIRITUS REBELDES en medio de LAS TEMPESTADES y de sentir cada LÁGRIMA Y SONRISA de las NINFAS DEL VALLE y las ALAS ROTAS en tu juventud, tuviste la VISIÓN de convertirte en EL PRECURSOR, EL ERRANTE, EL LOCO para lograr encauzar tu corazón y tu pensamiento y para dejar que EL PROFETA te escribiera a ti, en tu vida, en tu alma, cuando todos creían que tú escribías EL PROFETA, mientras recogías las perlas de sabiduría de ARENA Y ESPUMA en EL JARDÍN DEL PROFETA. Mari Zacarías.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.