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Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Susana Hernández
El Señor de los Anillos, de John Ronald Reuel Tolkien Cien reseñas con LyL y toda una vida con Tolkien. Hay lecturas especiales que nos hacen despertar al mundo de los
libros, que nos enseñan a viajar entre palabras, a soñar despiertos, a vivir las mejores aventuras sentados en nuestro sillón o tumbados sobre nuestra cama, humm, bueno, también ahí puede haber aventuras maravillosas, pero esa es otra historia... . El Señor de los Anillos fue el
libro que consiguió que aquella jovencita no-lectora diese el paso definitivo que le convertiría, ya no solo en lectora, sino en animadora a la lectura; y es por ello que hoy, que es un día especial para mí pues esta es ya mi reseña número 100 para LyL, quería compartir con todos ustedes este libro, una historia que descubrí en plena adolescencia y que cambió definitivamente el curso de mi vida. El libro me lo prestó mi querido y siempre recordado cuñado, Jesús, hermano de mi, como ya pueden suponer, también muy querido marido. . No les hablaré en sí de esta historia tan visual y tan perfectamente escrita que, sinceramente, no hay película, por muy buena que sea, que pueda siquiera acercarse al
libro, porque por muy bien que alguien recree a un elfo, incluso con un ordenador, John Ronald Reuel Tolkien, te da la oportunidad de que lo veas primero en tu imaginación, y una vez que lo has visualizado, no hay vuelta a tras amigos, has despertado al mundo de la fantasía, has caído en la magia de la lectura y ya nunca escaparás de ella.
Y sí, si me gusta la película de Peter Jackson, y sí, claro, como negar que también me gusta mucho Viggo Mortensen ¡Aprovecho que estoy de celebración para hacer estas declaraciones!, pero nada de esto existía cuando yo tomé en mis manos el gran volumen con la trilogía de “El Señor de los Anillos” y del que quiero destacar esa primera parte, “La Comunidad del Anillo”, que es la que realmente me cautivó.
El Señor de los Anillos es la continuación de un libro anterior de Tolkien, El Hobbit, que no deben dejar de leer, y que cuenta la historia de cómo el Anillo llega a manos de nuestro querido Bilbo, Bilbo Bolsón, ya saben, el tío de Frodo. Y este libro, a su vez, podríamos decir que es la continuación de otro llamado El Silmarillion, en el que el autor nos cuenta la creación de la Tierra Media y de todas sus criaturas, pero sobre todo descubriremos al primer Señor Oscuro, maestro de Sauron.
Me gustó desde el principio esta gente de la Tierra Media ¡Tan generosa! Y me quedé prendada de Bilbo Bolsón, me pareció una gran idea lo de celebrar los cumpleaños con una gran fiesta dando regalos a todos los que asisten a ella, esa es la costumbre de la Comarca, y de verdad que me gusta.
"No conozco a la mitad de ustedes ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece." Bilbo Bolsón en el discurso de su centésimo décimo primer cumpleaños. Después de conocer a Bilbo y al bueno de Frodo, les aseguro que he jugado muchas, muchas veces a quitarme y ponerme alguno de mis anillos y pensar que puedo desaparecer..., la vida nos va dando muchos motivos para ello. Pero como humana, y sin anillo mágico de por medio, no ha quedado otra que, de cuerpo presente, ir avanzando por la vida con todas las trasformaciones interiores que ello implica. Creo que a eso se llama madurar, y eso es lo que hace Frodo ante nuestros ojos a lo largo de todo el libro. Para madurar y crecer necesitamos a alguien como Gandalf a nuestro lado, un maestro o maestra que no nos diga lo que debemos hacer sino que nos enseñe a pensar. Y por suerte también los ha habido en mi vida en esos momentos en los que, como Frodo, tenía esa necesidad imperiosa de acción rápida e irreflexiva.
“Frodo: Lástima que Bilbo no le matara cuando pudo hacerlo. Gandalf: ¿Lástima? La lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. Muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿Podrías dársela tú Frodo? No seas ligero a la hora de adjudicar muerte o juicio. Ni los sabios pueden discernir esos extremos. El corazón me dice que Gollum tiene aún un papel que cumplir, para bien o para mal, antes de que todo esto acabe.” Otra cosa son los Elfos ¡Tan bellos! ¡Tan sabios! ¿Que pudo ver aquella jovencilla en esos elfos descritos por Tolkien para que ya nunca dejara de buscar entre las páginas de los libros historias tan bellas como las que tan solo ellos saben contar? Seguro que quería quedarse en ese mundo “élfico” y ser feliz, y escribir poemas cargados de futuro, pero sobre todo, ver y disfrutar de la felicidad de los que le rodean. Ahora pienso que, conservando como conservo a muchos de mis amigos de “calcetines cortos”, frase acuñada por mi querida amiga Carmen Pardos, y que está claro que... ustedes ya entienden, son esos amigos de la infancia con los que hemos hecho casi de todo, con los que todo está permitido, casi como la familia, un lugar en el que puedes ser tu mismo; también a mis amigos del instituto, que dicen que uno es de donde hace el bachiller, pues también ellos siguen a mi lado; y de los numeroso trabajos por los que he pasado, y los amigos de la Universidad..., bueno, de la Universidad no tengo amigos porque estudié en la UNED (jejejje) pero sí de los muchos amigos que tengo en este pueblo en el que hoy vivo, y algunos que han surgido a través de este mismo medio que hoy comparto con ustedes, ¡y dejar de fumar!, que aunque no lo crean ha acercado a otras personas a mi vida; y por todas esas cosas uno llega a pensar que este libro que tantas veces he releído, además de llevarme a mundos fantásticos, también me hablaba de cosas vitales como la importancia de la amistad. Porque los amigos nos ayudan a crecer, a vencer los miedos, las inseguridades, con los amigos no tenemos que ser héroes pero en algunas ocasiones hay que arriesgar, los amigos también tienen prejuicios, y a veces hay rivalidades y envidias, si, claro que las hay, porque todos somos humanos, pero como vemos en el final de este estupendo libro, los amigos nunca castigan, y en su mirada jamás veremos odio ni venganza, y siempre reconoceremos la amistad en el perdón ofrecido y en el concedido. Con qué dulzura nos lo dice Sam: "
Llegaré, aunque deje todo menos los huesos por el camino. Y llevaré al señor Frodo a cuestas, aunque me rompa el lomo y el corazón." Si tenemos amigos, amamos y somos justos, debe haber algún futuro para el hombre, ¿no? Podríamos hablar de mil cosas tras la lectura de este maravilloso
libro, y quizá algún día deba regresar para que hablemos sobre esas sombras que están amenazando nuestro mundo, pero hablar sobre la amistad, y poder dar las gracias a todos mis amigos por el solo hecho de serlo, me ha parecido lo más oportuno para una celebración como la de hoy. Ya saben, la amistad es una de esas pequeñas cosas que no pueden controlan los mercados... ¡Gracias a todos por estar ahí! Susana Hernández &