Descripción
Col. El Libro de Bolsillo nº 578. Con fotos e ilustraciones en b/n. 253 pp. Con subrayados en lápiz y otros pocos en tinta. LAS ISLAS GALÁPAGOS, situadas a mil kilómetros al oeste del Ecuador, poseen una fauna y una flora de muy antiguo origen, formadas por especies nacidas de gérmenes traídos por el viento y por las olas o llegadas a lomos de árboles del continente sudamericano arrastrados por el mar; apenas hay exageración en considerar este archipiélago de 78.000 kilómetros cuadrados, surgido hace millones de años por obra de una erupción volcánica, como UN ARCA DE NOE EN EL PACIFICO, ya que las especies (muchas de ellas únicas en el mundo) que lograron sobrevivir han evolucionado de manera peculiar, gracias a su aislamiento y a la ausencia de mamíferos depredadores, en un extraordinario experimento natural de historia filogenética que Darwin fue el primero en esclarecer. A principios de 1957 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Unesco, de acuerdo con el gobierno ecuatoriano, encomendaron a IRENAUS EIBL-EIBESFELDT -discípulo de Konrad Lorenz, al que ha sucedido en las tareas docentes en el Instituto Max Planck- la organización de una expedición científica para investigar la fauna (a la vez antartica y tropical) de esas islas, explorar las posibilidades para su conservación y establecer una estación biológica permanente. El gran etólogo alemán relata las aventuras vividas en el curso de su trabajo y traza un cuadro abigarrado de la exótica vida del archipiélago, bañado por la corriente de Hudson, en el que los paisajes desérticos se alternan con los bosques tropicales. Sus observaciones acerca del comportamiento de las tortugas gigantes, los leones marinos, los cormoranes, los pelícanos, los albatros, los pinzones o las iguanas poseen en sí mismas un enorme interés científico; pero la obra constituye también un apasionado alegato en favor de la conservación de este jardín edénico, antiguo refugio de piratas y pescadores de ballenas, amenazado desde el momento en que desembarcó en sus solitarias playas el animal de presa más feroz de todos los tiempos: el hombre. N° de ref. del artículo 007151
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