Reseña del editor:
La Escuela Moderna fue fundada en 1901 en Barcelona por Francisco Ferrer, con el objetivo de «educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva», buscando fomentar el librepensamiento y el aprendizaje colaborativo, sin castigos ni exámenes, e incluyendo también cursos para la educación de adultos. Se trataba de un centro de enseñanza mixta y favorable a las reivindicaciones obreristas que pronto se granjeó las antipatías de los sectores conservadores y del clero, que por entonces monopolizaba la educación en España. A pesar de ello, las ideas de Ferrer se extendieron rápidamente a través de las asociaciones obreras y republicanas, sirviendo también de inspiración al Movimiento de Escuelas Modernas, muy activo en Estados Unidos, Gran Bretaña y América Latina. La Escuela Moderna de Barcelona cerró en 1906. Tres años más tarde Ferrer fue condenado a muerte y ejecutado por su supuesta participación en la Semana Trágica de Barcelona.
Contraportada:
Francisco Ferrer Guardia llamó un día burro al maestro y, como es de suponer, fue severamente castigado. Educar equivale actualmente a domar, adiestrar, domesticar... , dijo Ferrer años después. Así, para sentar las bases de la Escuela Moderna, sólo necesitó tomar lo contrario de lo que viví en mi infancia . El resultado fueron las propuestas que mayor influencia han ejercido en los métodos de enseñanza del siglo XX. Ferrer, conocido pensador y militante libertario, reunió en el libro La Escuela Moderna -que se ha traducido a todos los idiomas y ha sobrevivido a largos periodos de silencio y clandestinidad de nuestro país- su teoría pedagógica y sus aplicaciones prácticas, insoslayables para todos los educadores progresistas.
"Sobre este título" puede pertenecer a otra edición de este libro.