El corazón helado: 625 (Andanzas) - Tapa blanda

Recomendación de Librosyliteratura.es, escrita por Susana Hernández
El corazón helado, de Almudena Grandes

Opinión: Me gusta como escribe Almudena Grandes; su prosa trabajada ¡Tan elegante!, da gusto leer y dejarte llevar y envolver por las palabras. Quieres que el libro no termine, y nada importa haber intuido el final desde sus primeras páginas. Si además, como en este caso,  la historia que cuenta es creíble y logra emocionarte, miel sobre hojuelas.

Hablar de Almudena Grandes es hablar de literatura, pero también es hablar de valentía, no puedo olvidar que debutó en el mundo de la literatura con su libro “Las edades de Lulú”, novela con la que ganó el conocido Premio de La Sonrisa Vertical ¿Y no me negarán que este sí fue, entonces, un acto de valentía? Además, en sus libros refleja claramente su ideología y posicionamiento político, (y este libro puede ser uno de los mejores ejemplos), sin que por ello quede mermada, en absoluto, su calidad y credibilidad. En el año 2007 salió a la venta El corazón helado. En 2008 le concedieron el VII Premio de Novela Fundación José Manuel de Lara, así como el prestigioso premio del Gremio de Libreros de Madridcomo mejor novela escrita en castellano.Al reseñar en su día del libro de Carmen Santos, “Días de menta y canela”, os comentaba que me pareció un homenaje a todos aquellos que por motivos económicos debieron salir de España en los años sesenta. Pues bien, Almudena Grandes, con este libro, lo hace, y a lo grande, con aquellos que debieron abandonar España en el 39, cuando ya nada era posible, cuando todos los sueños quedaron rotos y todas las esperanzas enterradas. & Un homenaje a más de medio millón de personas que pensaron que en el país vecino, el de las libertades, y al son de la Marsellesa, serían acogidos a la espera de poder, junto con los aliados, entrar de nuevo en España para derrocar a los militares fascistas que se habían hecho con el poder. Pero ya todos sabemos que fueron recibidos como delincuentes y confinados en auténticos campos de concentración, donde muchos murieron de hambre,  frío y disentería. Otros que lograron sobrevivir a esa locura, darían luego su vida en la vanguardia del Ejercito Francés.Cada uno de nosotros vamos arrastrando la historia de nuestra vida, y con ella, en la misma mochila, queramos o no, cargamos también con la historia de nuestra familia. En un país como el nuestro con una guerra civil tan reciente, todavía queda gente que no sabe, ni se pregunta, de donde procede su riqueza; mientras otros debieron callar, e ir olvidando lentamente, el porqué de su pobreza. Así que, en mi particular opinión, este es un libro que puede y debe herir la sensibilidad del lector que se acerque a él, sea cual sea la historia personal y familiar con la que cargue, como ocurre con los protagonistas del libro, Álvaro Carrión y Raquel Feranández. Personajes que tendrán que asumir y comprender el pasado para poder construir un futuro juntos. La autora divide el libro en tres partes, el corazón, el hielo, y el corazón helado; así como una especie de epílogo titulado, “Al otro lado del hielo”, de interesante lectura, en la que Almudena añade algunas anécdotas sobre la elaboración del libro y muchos, muchos agradecimientos. Como todos sus libros, también éste resulta muy visual, y así, es fácil entender porqué tantas de sus obras han sido llevadas al cine. Ahora me doy cuenta de que casi nada os he contado sobre la historia que nos narra el libro ... ¿O quizá sí?Susana Hernández

El día de su muerte, Julio Carrión, poderoso hombre de negocios cuya fortuna se remonta a los años del franquismo, deja a sus hijos una sustanciosa herencia pero también muchos puntos oscuros de su pasado y de su experiencia en la Guerra Civil y en la División Azul. En su entierro, en febrero de 2005, su hijo Álvaro, el único que no ha querido dedicarse a los negocios familiares, se sorprende por la presencia de una mujer joven y atractiva, a la que nadie había visto antes y que parece delatar aspectos desconocidos de la vida íntima de su padre. Raquel Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados en Francia, lo sabe en cambio casi todo sobre el pasado de sus progenitores y abuelos, a los que ha preguntado sobre su experiencia de la guerra y del exilio. Para ella sólo una historia permane-ce sin aclarar: la de una tarde en que acompañó a su abuelo, recién regresado a Madrid, y visitaron a unos desconocidos con los que intuyó que existía una deuda pendiente. Álvaro y Raquel están condenados a encontrarse porque sus respectivas historias familiares, que son también la historia de muchas familias en España, desde la Guerra Civil hasta la Transición, forman parte de sí mismos y explican además sus orígenes, su presente. También porque, sin saberlo, se sentirán atraídos sin remedio.