Una mano en la piedra (LITERATURA INFANTIL - Pizca de Sal) - Tapa blanda

La madre de Clara es paleoantropóloga, y en vacaciones busca yacimientos nuevos. Pero es Clara quien descubre, al entrar en una gruta, una mano de color ocre pintada en la roca. Al poner su mano en la pintura, siente un contacto humano, y ante sus ojos aparece Leia, una niña Cromañón con la que descubrirá la forma de vida en la época de las cavernas. Además de disfrutar de la lectura, los niños aprenderán cómo era la vida en el Paleolítico.

Ana Alonso nació en Tarrasa (Barcelona) en 1970, aunque ha residido durante la mayor parte de su vida en León. Se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad de León y amplió sus estudios en Escocia y París. Ha publicado ocho poemarios y, entre otros, ha recibido el Premio de Poesía Hiperión (2005), el Premio Ojo Crítico de Poesía (2006), el Premio Antonio Machado en Baeza (2007), el Premio Alfons el Magnànim Valencia de poesía en castellano (2008) y el Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española en México (2017). Entre sus libros dirigidos al público infantil y juvenil, destacamos la colección Pizca de Sal, y otros títulos como < i > La casa de muñecas < /i > y < i > Los instantes perfectos < /i > . Junto a Javier Pelegrín, es coautora de la serie de fantasía y ciencia ficción < i > La llave del tiempo < /i > (Anaya) y de otras sagas como < i > Tatuaje, Yinn, Odio el Rosa < /i > y < i > La reina de Cristal < /i > . En 2008 obtuvieron el Premio Barco de Vapor por < i > El Secreto de If < /i > . También recibieron una distinción White Raven por el libro < i > La ciudad transparente < /i > , el premio 2009 del Templo de las Mil Puertas a la mejor saga juvenil española por < i > La llave del tiempo < /i > y el XII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil en 2015 con < i > El sueño de Berlín < /i > . Su obra ha sido traducida a diversos idiomas (desde el francés o el alemán hasta el japonés, el coreano y el turco).

Pablo Torrecilla (Madrid, 1967). De pequeño no le gustaba ir a la escuela porque alguien le dijo que dibujar era una pérdida de tiempo y que llorar en público no era de chicos. Además, le obligaban a leer libros, algo que él odiaba. Ahora, Pablo Torrecilla se dedica a lo que más le gusta: dibujar, pintar... y leer libros (es verdad que dibujar no es una pérdida de tiempo, pero reconoce que se equivocó con los libros). Actualmente, colabora con editoriales de España, Italia y Estados Unidos. Ha participado en diversas exposiciones y es autor de < i > El libro de las Hojas muertas < /i > , un homenaje a Gabriel García Márquez. Pero, con diferencia, lo que más le gusta es reír, emocionarse e hincharse a llorar junto a su mujer y sus dos hijas.