Texto de la introducción: 'Cuando un proyecto alcanza el reconocimiento público, todos los que de alguna manera han trabajado en él comparten el lógico orgullo y satisfacción de su autor. El enorme esfuerzo que como gestor invertí durante seis años en 'Abrir Vigo al mar' se vio ampliamente recompensado con la consecución del premio de la Arquitectura Española 2005, y con la favorable acogida de los ciudadanos de Vigo que cotidianamente disfrutan del mismo. Esta actuación tuvo su antecedente en el estudio de ordenación del frente marítimo de la ciudad de Vigo, de mayo de 1991, impulsado por la entonces presidenta de la Junta de Obras del Puerto de Vigo, Elena Espinosa, y del que fueron autores los arquitectos Salvador Fraga, Francisco Javier García-Quijada y Manuel Portolés. Dicho estudio permitió hacer un concurso de proyectos que, dada la calidad de los trabajos presentados, se resolvió con un reparto del conjunto de la obra entre los estudios de arquitectura de Francisco Javier Sáenz de Oíza, Andrés Perea, Esteve Bonell y Josep Maria Gil, y Guillermo Vázquez Consuegra; a los tres primeros se les adjudicó la redacción de los proyectos de distintos edificios, mientras que a Vázquez Consuegra se le encargó la ordenación de todo el conjunto. Urbanizar, abrir nuevos espacios y cohesionar las diferentes piezas fue el magnífico trabajo de Guillermo. Todo ello fue posible, en primer lugar, gracias a una rigurosa tarea de planificación y estudio. En segundo lugar, por la amplísima colaboración institucional y consenso político, fruto del cual se firmó un convenio de colaboración entre la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento de Vigo, la Autoridad Portuaria y el Consorcio de la Zona Franca y, además, por haber recibido el apoyo de todos los partidos políticos representados en el Ayuntamiento. Gracias a esta intervención, lo que era un espacio vacío de vida, ocupado por el tránsito de coches y áreas de aparcamiento, se convirtió en un lugar preferente para el disfrute ciudadano. Un nuevo centro urbano asomado al mar que ha servido de acicate para la remodelación de todas las calles adyacentes. Además, el túnel que se construyó previamente para facilitar los trabajos posteriores, obra del ingeniero de caminos Marcos Pantaleón, supuso una enorme descongestión para el tráfico rodado en el centro de la ciudad. Durante toda la gestación del proyecto he admirado la labor de Guillermo Vázquez Consuegra, al que tengo que felicitar por enésima vez. La consecución del premio de la Arquitectura Española fue un magnífico colofón al trabajo realizado. Francisco López Peña Delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Vigo' Copyright del texto: sus autores Copyright de la edición: Editorial Gustavo Gili SL |
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