Azares: Volume 2 (Bilogía) - Tapa blanda

La acción de Azares se inicia tres años después del final de Tántrica, discurre en México, Barcelona, Araba y Miami, y resuelve las incógnitas que se suscitan en el desenlace de la primera novela. No obstante, en Azares es la casualidad quien conduce el hilo argumental en su sentido más estricto. De hecho, el momento crucial de esta ficción resulta de una conjunción singular de eventos en apariencia intrascendentes que desencadenan un inesperado cisne negro; es decir, un acontecimiento altamente improbable que revoluciona las vidas de los protagonistas de forma radical y abrupta

Al igual que el protagonista de Tántrica y Azares nací en Barcelona en el año 1952, justo al inicio del año chino del dragón, en el seno de una familia que por aquel entonces luchaba por hacerse un hueco en la incipiente clase media del país. Creo que mi padre todavía conserva mi cartilla de racionamiento. Sin embargo, yo nunca pasé hambre; al contrario, según cuentan todas las crónicas familiares fui un bebé deseado y muy tragón que creció sano, alegre y juguetón. Llegué al mundo con mucha suerte. Estudié medicina influenciado por la lectura de “De mi vida y mi pensamiento” de Albert Schweitzer, médico misionero en África y premio Nobel de la paz, casualmente, el mismo año de mi nacimiento. No obstante, a los pocos meses de ejercer como médico rural llegué a la conclusión de que mi proyecto vital no era compatible con invertir toda mi existencia escuchando y tratando de aliviar dolencias ajenas hasta el día de mi jubilación; de modo que acabé especializándome en epidemiología y salud pública. De raíces orientales, mi compañera de viaje desde hace casi treinta años nació en el continente americano. Amén de haber concebido y criado un par de hermosos vástagos ya mayores de edad, juntos hemos disfrutado de una sexualidad rica y variada que se alimenta de una fuerza invisible, que todavía sigue creciendo cada día, llamada amor: a distancia, nuestro tesoro más valioso. Nunca he comulgado con ningún partido político pues soy acérrimo defensor de la libertad de ideas y absolutamente incapaz de someterme a cualquier forma de disciplina ideológica por muy laxa que sea. En cambio, me considero un firme defensor de los derechos civiles. Asimismo, estoy a favor de cualquier medida que contribuya a la protección del medio ambiente y aborrezco este capitalismo salvaje tan nuestro en el que todo vale por ganar dinero. Por lo demás, el sistema político actual en su conjunto me parece un fraude colosal que no tiene justificación alguna. No profeso ninguna religión. Soy un ateo confeso educado en una cultura cristiana cuyas únicas creencias firmes se sustentan, sensu estricto, en el método científico; lo cual no implica que solo me interese por lo material; en absoluto. Tal como piensa la protagonista de Tántrica, hoy por hoy, la ciencia solo es capaz de explicar una pequeña parte de la realidad; y por tanto, donde no alcanza el conocimiento objetivo, entiendo que cualquier hipótesis es admisible a condición –claro está- de que sea lógicamente plausible.